ÉL,

PARA SIEMPRE

SIEMPRE

SIEMPRE

ÉL,

si mi mente, yo sé puede distraerse, ha adquirido esa capacidad, pero después de un tiempo, siente la necesidad de recobrar la concentración, el por qué, su razón, su todo. Y ahi es cuando vuelve a él, todos los caminos tienen un atajo hacia a Él, lo voy a encontrar en algún lugar de mi mente, por que Quiero encontrarlo, tengo ganas de encontrarlo, de encontrarlo yo sola, y solo por que Yo lo encuentre, por que ya sé que no queda otra manera, por que es la única cosa a la que he podido acostumbrarme, siempre me cuesta, pero ahora no. Por que simplemente me conformo, me conformo con tenerte en mi mente, con tenerte, te ner te. Con tan solo un poquito sé que puedo. Ya no sé si sobreviviría mi corazón con Algo Más.-

A ver, cuántos chicos me gustan y cuáles son?

Es la pregunta que les hice a varios de mis amigos.

1.ÉL
para qué vamos a hablar (más) de ÉL.
2.Z
para qué vamos a aclarar algo más de lo que pasa con Z.
3.W
nunca hablamos de W, pero la verdad, lo único que podría contar de W
es que ayer soñé que se metía a la pileta con medias, unas medias cortitas,
marrones, blancas y naranjas. En un momento se las sacaba y yo se las escondía.

-Soñé que se casaba, con Ella.
Que su mamá me invitaba al casamiento, y que la mía me obligaba a ir.

Tenía una sensación extraña en el pecho, como si por fin se estuviera cumpliendo todo lo que sabía que iba a pasar.

Ayer mi prima, dijo que yo me iba a quedar soltera.

QUÉ VOY A HACER?

Qué voy a hacer cuándo siga pasando aún más tiempo y yo siga teniendo estos ataques agudos de arrepentimiento y extrañitis?
Estas ganas en el pecho de gritar POR QUÉ? de gritarte en la cara,
de llorar en tu hombro hasta cansarme,
de encontrar la manera de resignarme de una vez y para toda la vida.
De que me digás en la cara que nunca más vas a volver y que nunca más me vas a poder querer.
Me agarran estas ganas ENORMES de llorar cuando veo una foto tuya y me cuesta reconocerte, darme cuenta de que definitivamente tenés una vida que cortó todo vínculo con la mía.
NO HAY NADA QUE NOS UNA, NO HAY NADA QUE TE HAGA ACORDARTE DE MI.
NO QUEDÓ NADA NADA.

NADA

Qué necesidad tiene él de quedarse en la puerta de mi edificio charlando con el portero?
Parado ahí con tanta tranquilidad, sonriendo como siempre, con el brillo en los ojos, eterno.
Vuelvo a casa, y qué sorpresa. Menos mal que lo ví con algo de anticipación, no sabía si darme la vuelta e irme a otro lado, hacer tiempo, esperar a que se vaya. Solo para evitarme a mi misma, esa horrible sensación de ternerlo cerca, de pasar al lado de él... Pero no, pasé y dije un hola general. No sé como pero llegué al ascensor, y comencé a llorar. Al menos estaba con mi mamá.
Pero qué dificil...