La psicóloga

Mi querida psicóloga me dice Lauchi, el otro día me preguntó si no me molestaba que me diga así, y la verdad es que yo ya me había encariñado mucho con ese apodo, me gusta.

Yo no se si todas las psicólogas serán iguales, esta es la tercera a la que voy, y es un poco distinto a las otras veces, tengo a veces una sensación de que ella se involucra demasiado en mi vida, pero me gusta que así sea. Siento que a veces me da consejos que capáz no tendría que darme, que se sale de su posición de profesional que escucha mis problemas, y se pone en un lugar de amiga, y me atrevería a decir que medio de madre también. Ella me cuenta que siempre quiso tener muchos hijos, pero que la vida solo le dio uno, pero que está bien, por que tiene un montón de hijos por todos lados.

En una de las últimas sesiones, me dijo:

Y no pensás en alejarte de esa persona? La opinión de esa persona tiene tanta importancia en lo que vos pensás de vos misma, que te hizo creer que la que estaba mal sos vos, no es así Lauchi, pensá mejor las cosas, no te descalifiqués de entrada.

Y por ahí medio que tuve ganas de decirle que se calle, que no me diga esas cosas, que mejor me diga algo como, no sé qué, pero eso no. Hay cosas que tienen cimientos muy fuertes en mi vida, y tratar de cambiarlos podría producir un derrumbe total. En muchos aspectos...
Hace tres semanas que estoy con laringitis, la tos imparable me agarra de noche.
Y antes de irme, ella me dice:

Sabías que la tos es la enfermedad de la bronca?
Y sabés por qué te agarra de noche?
Por que te quedás sola, por eso. Ahí es cuando empezás a pensar.