Se acabó el ruido, las luces, bailar...
Encontrarme en mi casa, dando vueltas en mi cama.
De la cama, a la silla, para estudiar, de la silla, a la cama.
La cabeza que estaba tan bien acomodada, comienza a despertarse, surgen todos esos pensamientos que había apagado casi sin darme cuenta. Las voces hablan más fuerte en la quietud. Y no me queda otra: Muero por saber de él. Por tener un mensaje de un número desconocido. Por que alguien me cuente que lo vio, y preguntó de mi. O que no. Saber que hizo en sus vacaciones, si ya empezó a estudiar. Como le va con su chica. Si está contento. Como está su mamá, sus hermanos, su perro. Si pasó mucho tiempo en F. Saber como tiene el pelo. Si pensó en mi alguna vez...
De qué me sirve? No sé.
Lo extraño, aunque no se entienda.
1 comentario:
para mi que sigue ahí, en F.
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