viernes, enero 29

Se acabaron las salidas.
Se acabó el ruido, las luces, bailar...
Encontrarme en mi casa, dando vueltas en mi cama.
De la cama, a la silla, para estudiar, de la silla, a la cama.
La cabeza que estaba tan bien acomodada, comienza a despertarse, surgen todos esos pensamientos que había apagado casi sin darme cuenta. Las voces hablan más fuerte en la quietud. Y no me queda otra: Muero por saber de él. Por tener un mensaje de un número desconocido. Por que alguien me cuente que lo vio, y preguntó de mi. O que no. Saber que hizo en sus vacaciones, si ya empezó a estudiar. Como le va con su chica. Si está contento. Como está su mamá, sus hermanos, su perro. Si pasó mucho tiempo en F. Saber como tiene el pelo. Si pensó en mi alguna vez...
De qué me sirve? No sé.
Lo extraño, aunque no se entienda.
y me resulta imposible sacarlo de mi cabeza,
un camino de ida y vuelta que termina en la cerveza,
BLA BLA BLA BLA

viernes, enero 8


Mi asunto con Sandro es medio raro.
En mi casa nadie escuchaba Sandro, ni en la casa de ninguna de mis tías, ni alguna vecina, nada.
A mis 19 años solo conocía Rosa, Rosa y Dame Fuego, como todos, supongo.
Y de ahí no sé como comencé a escucharlo.
Y digo que es una cosa rara, por que más allá de esa imagen que uno crea de los cantantes, actores, loquesea que le gustan, Sandro para mí es como un chico que me gusta.
Lo veo cuando era jovencito, y es como mirar fotos de ese chico que miro a veces en la parada del colectivo cuando salgo de la facu, o de aquel otro que trabaja a la vuelta de mi casa, o de ese vecino que me gustaba cuando era chica.
Por eso ahora siento como que lo voy a extrañar.
Lo bueno es que ahora está descansando, más que nunca.







miércoles, enero 6

KARMA IS A BITCH,
My Dear.

martes, enero 5

De Mis Supersticiones:
Aparte de escribir ciertas cosas aquí, tengo un cuaderno (el cuarto) donde también escribo. Cada uno de ellos es muy diferente a los demás. Son como diferentes etapas. Al actual, le quedan 6 hojas (o menos) y no quiero terminarlo, por miedo a los cambios, he dejado de escribirlo hace como unas dos semanas cuando me di cuenta de esto.

lunes, enero 4

De Él
(para Él)




Razones - Bebe
Te echo de menos, le digo al aire. Te busco, te pienso, te siento, y siento que como tú no habrá nadie. Y aquí te espero, con mi cajita de la vida, cansada, oscura, con miedo, y este frío nadie me lo quita.
Tengo razones para buscarte, tengo necesidad de verte, de oírte, de hablarte.
Tengo razones para esperarte, por que no creo que haya en el mundo nadie más a quien ame.
Tengo razones, razones de sobra para pedirle al viento, que vuelvas aunque sea como una sombra.
Tengo razones para no quererte olvidar por que el trocito de felicidad fuiste tú quien me lo dio a probar.
El aire huele a tí, mi casa se cae por que no estás aquí. Mis sábanas, mi pelo, mi ropa te buscan a tí. Mis pies son como de cartón, que voy arrastrando por cada rincón. Mi cama se hace fría y gigante, y en ella me pierdo yo. Mi casa se vuelve a caer, mis flores se mueren de pena. Mis lágrimas son charquitos que caen a mis pies.

Te mando besos de agua, que hagan un hueco en tu calma
Te mando besos de agua, para que bañen tu cuerpo y tu alma
Te mando besos de agua, para que curen tus heridas
Te mando desos de agua, de esos con los que tantos te reías...



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Una charla con amigos puede ser tu cable a tierra, siempre. Y de qué manera. Incluso puede llegar a ser un cable que nunca querías encontrar. Y no no quería, por que me llevó al punto ese que no quería llegar, mirarme a mí misma y encontrarme, un amor perdido y un capricho, un capricho y un amor perdido.

No puedo dejar de sentir lo que siento, pero no puedo negar tampoco esta cosa gigante que se puso encima de mi cabeza, que me golpea, me presiona, pero no llega a aplastarme. No puedo evadir reconocer, y dar la razón a todos aquellos que tratan de llevarme de vuelta a la realidad.

No va a volver.

Va a volver.

Lo espero siempre.

Lo espero un poquito.

No lo espero?. No.

Gracias por mostrarme que necesito encontrar un punto medio.

Aunque ese punto medio sea un lugar en el que pienso, detesto (un poquito) encontrarme.

Gracias por recordarme que la realidad pesa, siempre más que los sueños. Aunque eso duela.